FEATURE 27 marzo 2018

Los estudiantes logran el éxito a su propio ritmo con iPad y Mac

La estudiante de la Primaria Wilder, Kahlilia Mark, graba video en su iPad para un proyecto de su clase.
Cuando entras a la Escuela Primaria Wilder, justo en las afueras de Boise, Idaho, lo que no se escucha es precisamente lo que la diferencia de las demás.
No hay campanas que suenen entre clases para decirles a los niños cuándo deben cambiarse de salón. No hay maestros de pie junto al pizarrón, que impartan la primera lección a 30 o más estudiantes. De hecho, no se habla mucho en voz alta, tampoco hay llamadas de atención o ruido en ningún lado.
Pero no dejes que el silencio te confunda; en esos callados salones de clase está ocurriendo una revolución educativa. 
Wilder, Idaho, es el hogar de dos de las primeras escuelas ConnectED en Estados Unidos de América.
La Primaria Wilder, así como su Escuela Secundaria y Preparatoria, son dos de las primeras 114 escuelas en todo el país que fueron seleccionadas para recibir la beca Apple ConnectED. El programa, que fue lanzado por el gobierno de Obama, está aportando millones de dólares en apoyo y tecnología para las escuelas menos favorecidas en todo Estados Unidos de América. En el distrito de Wilder, el ingreso promedio por hogar es de tan solo 20,000 dólares al año, y el 100% de los alumnos cumplen con los requisitos para obtener una comida gratis. Menos de la mitad de los hogares de la comunidad tienen una conexión a internet.
La maestra de quinto de primaria, Stephanie Bauer, da seguimiento a los alumnos con el uso de la aplicación Aula.
Pero las cosas son distintas cuando los niños van a la escuela. Cada alumno tiene un iPad, cada maestro tiene una MacBook y un iPad mini, y todos los salones tienen un Apple TV y reciben apoyo técnico. Es sólo uno de los programas que Apple financia para ayudar a los maestros a usar la tecnología a fin de que los alumnos de hoy puedan convertirse en los líderes del mañana.
En Wilder se está cambiando la forma como los educadores se comunican con sus alumnos, y también se está transformando la idea del modelo tradicional sobre cómo se ve y se escucha, supuestamente, un salón de clases. Esto se debe a que la tecnología está permitiendo que cada alumno aprenda a su propio ritmo, eligiendo su propio trabajo y horario. No cambian de salones, sólo cambian el programa que están estudiando en su iPad.
Para la maestra de quinto año Stephanie Bauer, esto también le permite brindar a cada uno de sus alumnos la atención que necesitan y merecen, no importa si están trabajando de acuerdo con su nivel de grado, o por arriba o abajo del mismo. Ella también reconoce que la tecnología le permite conocer mejor a sus alumnos. 
“El aspecto de aprendizaje personalizado es muy importante ya que estos alumnos pueden seguir su propio camino y sobresalir”, dijo Bauer. “Antes, me paraba frente al salón y decía: ‘Ok, les voy a mostrar cómo hacer algo y luego todos lo vamos a hacer juntos’. Y así la mitad de los alumnos no sabía lo que estaban haciendo, y la otra mitad se aburría”.
Con el uso de Swift Playgrounds, Marco Araujo aprende a programar un robot y un juego gigante de Battleship.
Ahora que los alumnos pueden trabajar a su propio ritmo en sus iPad individuales, la señorita Bauer pasa el día moviéndose a través del salón de clases, acercándose al lado de cada alumno y atendiendo sus dudas a nivel personal. Para niños como Marco Araujo y Kahlilia Mark, que están juntos en la clase de quinto año de Bauer y trabajan por encima de su nivel de grado, se les permite ser más creativos.  
Marco y un grupo de sus compañeros de clase usan la aplicación Sphero para aprender cómo programar. Ellos pulsan las instrucciones en sus iPads, con las cuales ponen a sus robots sphero a volar a través de un tablero gigante colocado en el piso para un juego de Battleship. Kahlilia, a quien llaman Lilly, es una escritora en ciernes y usa la aplicación Book Creator para escribir novelas. De hecho ya ha escrito 4 en lo que va de este año.
El director de Wilder, Jeff Dillon, utilizó la tecnología Apple para transformar una escuela primaria rural.
Y para los compañeros de clase que están trabajando por abajo de su nivel de grado, esto significa que no tienen que ser señalados, ni que deben abandonar la clase todos los días para recibir una ayuda adicional. La señorita Bauer puede brindar esa clase de atención personalizada en sus escritorios porque son capaces de trabajar a su propio ritmo en su propia iPad. La señorita Bauer dice que ha tenido un impacto positivo enorme en la confianza y el desempeño.
El director de la escuela primaria, Jeff Dillon, quiso cambiar a este tipo de aprendizaje ‘con base en el dominio’ hace 10 años, pero no fue sino hasta que la escuela recibió la beca ConnectED que finalmente pudo llevar este tipo de enseñanza personalizada a la práctica. Y así, él ve y escucha los resultados de manera constante.
La maestra Stephanie Bauer usa el iPad Pro y el Apple Pencil para demostrar una división larga.
“Cada día que platico con los alumnos, me hablan acerca de su crecimiento, sus planes, sus éxitos, su próximo nivel”, dijo Dillon. “Ya sea que estén trabajando en un nivel de cuarto grado, o de segundo grado, mientras están sentados en una clase de tercero, salen con una sonrisa y el deseo de regresar y volverlo a hacer el día siguiente”.
Es una de miles de escuelas donde la tecnología Apple está ayudando a los maestros a brindar a sus alumnos formas más avanzadas, más creativas y más personalizadas, para aprender.
Kasia Derza de Chicago dice que el programa ha contribuido a que sus alumnos más tímidos desarrollen confianza.
En la escuela primaria Mariano Azuela del sudoeste de Chicago, la maestra Kasia Derza ha visto el poder que tiene la tecnología para llenar de energía sus clases STEM, e impulsar la confianza de sus alumnos al mismo tiempo. El año pasado, impartió clase a una alumna de séptimo grado llamada Carmen Mora-Nieto, quien era increíblemente tímida y que no sabía nada de tecnología. Ella agradece el plan de estudios de Programación para Todos por el cambio radical que ha visto en Carmen desde entonces.
“Realmente le ha servido para salir de su cueva”, dijo Derza. “Ahora, ella es una líder en mi club de tecnología. Dirige a un grupo de niñas que están trabajando en el diseño de una app para nuestra escuela. Pienso que formar parte de un equipo, lo cual es una parte importante del plan de estudios, le ha ayudado verdaderamente a tener confianza”.
En la escuela para personas con capacidades diferentes Kumagaya, que se encuentra en Saitama, Japón, el maestro de arte, Takahiro Uchida, usa iPads para ayudar a los alumnos a que se expresen. Prepara un lienzo gigante en el piso y luego sus alumnos usan iPads para mover robots empapados en pintura por toda la superficie. El resultado es un trabajo de arte abstracto de gran tamaño por el que todos se sienten orgullosos de haber contribuido a su creación. Reconoce que la tecnología ha habilitado a estos alumnos para expresarse en formas que el jamás había visto.
De vuelta en la primaria Wilder, en Idaho, el día de escuela está a punto de concluir. La señorita  Bauer hace que sus alumnos limpien y guarden sus cosas antes de terminar la jornada. Pero aquí hay un paso extra que te recuerda que éste no es un salón de clases tradicional. Los niños ponen sus iPads en un carrito para recargarlas. Y luego, como si se rompiera una especie de hechizo, suena finalmente una campana y sus alumnos comienzan a salir por la puerta en silencio.

Imágenes de la Escuela Primaria Wilder

Contactos de prensa

Apple Media Helpline

media.help@apple.com